Estos son,
los labios que te inspiraron
Durante un tiempo.
En el cual yo mecía el plácido sueño,
de la controversia.
Los suspiros que tocaban las horas,
que jamás volverían.
Y para mi estancia,
una espina que ahogaba un llanto.
Deseado por todos.
Estos son,
los labios que te mecían
En los sueños ya nublados,
que jamás volverían.